
El 6 de abril de 2025, las autoridades colombianas confirmaron el fallecimiento de Sara Millerey, una mujer trans de 32 años que fue brutalmente golpeada y arrojada a un río en Bello, Antioquia. La trágica muerte de Sara ha generado una ola de indignación tanto en Colombia como a nivel internacional, y ha puesto en evidencia la violencia sistemática y la transfobia que enfrentan las personas trans.
El Horrible Crimen
El pasado 4 de abril, Sara Millerey fue víctima de una feroz golpiza por parte de un grupo de personas, quienes la golpearon hasta fracturarle ambas piernas y brazos. Posteriormente, la arrojaron a la quebrada de Bello, esperando que muriera ahogada. Sin embargo, a pesar de la brutalidad de los agresores, Sara logró aferrarse a unas ramas, y fue grabada en un video que circuló rápidamente en redes sociales, luchando por su vida mientras intentaba resistir el dolor y la corriente del río.
Sara fue rescatada por dos personas que, tras ver su desesperada lucha, decidieron intervenir. A pesar de ser trasladada al Hospital La María en Medellín, no pudo resistir las graves heridas y falleció el 6 de abril debido a las fracturas y golpes sufridos.
Un Crimen de Odio que Conmociona al Mundo
El asesinato de Sara Millerey ha desatado una fuerte condena a nivel mundial. Diversos colectivos, activistas y miembros de la comunidad LGBTQI+ han levantado la voz para exigir justicia por este crimen de odio. Las redes sociales se han inundado de mensajes de solidaridad con la víctima y de denuncia contra la transfobia que sigue presente en la sociedad.
En Colombia, la respuesta ha sido inmediata. El presidente Gustavo Petro solicitó a las autoridades colombianas que se dediquen plenamente a esclarecer el crimen y capturar a los responsables. Además, en el Congreso, algunos legisladores expresaron su condena y criticaron la falta de atención mediática y política que este caso ha recibido.
Reacciones de Colectivos y Activistas
Diversas organizaciones, como la Fundación Dos Latinas en Colombia y la Asociación Casa Cultural “El Chontaduro”, han alzado su voz en protesta contra el asesinato. Estas organizaciones han señalado que el crimen es un reflejo de la violencia estructural que enfrentan las personas trans en el país y en el mundo, y han instado a las autoridades a que este caso no quede impune.
El asesinato de Sara ha evidenciado, una vez más, la constante lucha por la igualdad y el respeto a los derechos de las personas trans, quienes a menudo son víctimas de actos de violencia y discriminación debido a su identidad de género.
El Llamado a la Justicia
La muerte de Sara Millerey es un trágico recordatorio de la intolerancia y el odio que aún persisten en muchas partes del mundo. Las redes sociales y los colectivos de derechos humanos continúan exigiendo que los responsables de este asesinato sean llevados ante la justicia, y que se erradiquen las actitudes transfóbicas que siguen afectando a millones de personas trans en Colombia y en el resto del mundo.
Este caso no solo llama a la reflexión sobre la violencia contra la comunidad LGBTQI+, sino también a la necesidad urgente de crear una sociedad más inclusiva, respetuosa y libre de odio.