El regreso de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos implica, entre otras cosas, la implementación de una serie de políticas dirigidas específicamente a México. Como ocurrió durante su primer mandato, los temas de seguridad, migración y comercio dominan la agenda del próximo mandatario estadounidense.
El primer afectado fue el peso mexicano. Pues la tendencia negativa que inició durante el fin de semana continuó la noche de la elección al desplomarse en los mercados asiáticos a medida que se confirmaban los resultados en Estados Unidos. Esta mañana, la moneda nacional inició sesiones con una depreciación del 2.59 por ciento.
Ante este panorama, la presidenta Claudia Sheinbaum hizo un llamado a la calma apelando a la integración económica que hay en Norteamérica. “Favorece a Estados Unidos y favorece a México, en particular en esta relación bilateral. Entonces, es una fortaleza de ambos. No competimos entre nosotros sino al revés, nos complementamos”.
Aranceles a todo y renegociación del T-MEC
Sin embargo, Trump dejó en claro que uno de sus primeros objetivos será, precisamente, modificar dicha integración. “Al tomar posesión, informaré formalmente a México y Canadá de mi intención de invocar la previsión para una revisión cada seis años”, dijo apenas en octubre sobre el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) de libre comercio.
En particular, Trump se refirió a la industria automotriz, anunciando aranceles de entre 200 y 500 por ciento a cualquier auto que cruce la frontera desde México. “No quiero sus autos, no podrán vender sus autos. No voy a dejar que construyan una fábrica justo al otro lado de la frontera y vendan millones de autos en Estados Unidos”, sentenció hace dos semanas.
El mensaje continuó durante los últimos días de su campaña al amenazar con un arancel del 25 por ciento a todo el comercio si México no detiene el flujo migratorio y a las organizaciones de narcotráfico. Una medida aumentada a la que anunció en 2019 y que llevó al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador a desplegar al Ejército en las fronteras norte y sur.
“El gobierno mexicano va a tener que enderezarse”
Esto pues los temas de migración y seguridad siguen formando parte de las cartas fuertes que Trump busca jugar. Prometiendo no sólo concluir el muro en la frontera entre México y Estados Unidos, sino lanzar el programa de deportación masiva “más grande en la historia del país” apenas regrese a la Casa Blanca.
Sobre combatir el narcotráfico, Trump también ha incrementado su retórica. En julio, confirmó que bombardear territorio mexicano para combatir a los cárteles de la droga era una de sus opciones. “El Gobierno mexicano va a tener que enderezarse, y muy rápido, o la respuesta es: absolutamente”, respondió en una entrevista sobre si planeaba algo por el estilo.
Trump mantuvo esta línea durante los cuatro años que salió de la Casa Blanca. En agosto de 2022, luego de que Rusia invadió Ucrania, elogió a Vladimir Putin por declarar la independencia de Donetsk y Luhansk para poder “pacificarlos”. Agregando que “podríamos hacer eso en nuestra frontera sur”.
