
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su inconformidad ante el reciente anuncio del gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, respecto a la imposición de un arancel del 20.91% a las importaciones de jitomate. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum reprochó que esta decisión no fue comunicada oficialmente al Gobierno de México a través de los canales institucionales correspondientes, como lo son la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Secretaría de Economía o la Secretaría de Agricultura. En su lugar, la mandataria explicó que la notificación se realizó a través de un despacho de abogados que contactó directamente a productores estadounidenses, sin que mediara un aviso diplomático o formal hacia las autoridades mexicanas.
Sheinbaum subrayó la importancia de respetar los canales oficiales en decisiones que afectan el comercio bilateral, especialmente cuando se trata de productos tan estratégicos como el jitomate, del cual México es uno de los principales proveedores para el mercado estadounidense. En este contexto, insistió en que Estados Unidos debió haber informado directamente al Gobierno de México, no solo por cortesía diplomática, sino como parte del marco normativo de los acuerdos comerciales vigentes entre ambos países.
La presidenta señaló que este tipo de medidas no son nuevas y que, en el pasado, México ha enfrentado procesos similares ante la posibilidad de imposición de aranceles a sus exportaciones agrícolas. En la mayoría de los casos, recordó, México ha logrado salir victorioso en los procedimientos legales y comerciales, por lo que expresó confianza en que esta vez no será la excepción. No obstante, alertó sobre el impacto que podría tener una medida de este tipo en los consumidores estadounidenses, ya que el jitomate mexicano, especialmente el proveniente de regiones como Sinaloa, no tiene un sustituto inmediato en Estados Unidos. Destacó que se trata de un producto que debe ser transportado y consumido fresco, por lo que cualquier interrupción en su flujo podría derivar en un encarecimiento considerable en el mercado estadounidense.
Además, la mandataria puntualizó que, pese a no haber recibido aún una notificación oficial por parte del gobierno estadounidense, el secretario de Agricultura ya mantiene conversaciones con su homóloga en Estados Unidos para abordar no solo el tema de los aranceles, sino también otros asuntos bilaterales como el manejo del agua, lo cual muestra que hay voluntad por parte de ambos gobiernos para mantener el diálogo abierto.
En suma, Sheinbaum recalcó que el Gobierno de México se mantiene atento a la evolución de este anuncio y que, de concretarse la imposición del arancel, se defenderán los intereses del país en los foros correspondientes, al tiempo que reiteró la relevancia estratégica del jitomate dentro del comercio agrícola bilateral, señalando que cualquier obstáculo en su intercambio afectará más a los consumidores de Estados Unidos que a los productores mexicanos.